Aprendi a dizer o teu nome
A viúva de Juan Rulfo (escritor mexicano), Clara Aparicio, guardou as 81 cartas que o seu marido lhe enviou entre os anos de 1944 e 1950. Cartas que agora se publicam num livro chamado Aire de las colinas.
"He aprendido a decir tu nombre mientras duermo. Lo he aprendido a decir entre la noche iluminada. Clara: corazón, rosa, amor… Junto a tu nombre el dolor es una cosa extraña".
São textos de amor e vida. Cartas que serviam para seduzir Clara. São poemas que nos mostram a alma de Juan Rulfo, todas elas nos ajudam a comprender como se forjou a sua vida e como esta alcançou a eternidade literária.
"Desde que te conozco, hay un eco en cada rama que repite tu nombre; en las ramas altas, lejanas; en las ramas que están junto a nosotros, se oye. Se oye como si despertáramos de un sueño en el alba. Se respira en las hojas, se mueve como se mueven las gotas del agua".
"He aprendido a decir tu nombre mientras duermo. Lo he aprendido a decir entre la noche iluminada. Clara: corazón, rosa, amor… Junto a tu nombre el dolor es una cosa extraña".
São textos de amor e vida. Cartas que serviam para seduzir Clara. São poemas que nos mostram a alma de Juan Rulfo, todas elas nos ajudam a comprender como se forjou a sua vida e como esta alcançou a eternidade literária.
"Desde que te conozco, hay un eco en cada rama que repite tu nombre; en las ramas altas, lejanas; en las ramas que están junto a nosotros, se oye. Se oye como si despertáramos de un sueño en el alba. Se respira en las hojas, se mueve como se mueven las gotas del agua".
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