Prémio Cervantes 2005
El novelista y ensayista mexicano Sergio Pitol (Puebla, 1933) obtuvo ayer por mayoría el Premio Cervantes 2005, considerado el Nobel de las Letras españolas. El escritor mexicano Juan Antonio Villoro Ruiz, miembro del jurado, destacó la «escritura desatada» de este autor a imitación de Cervantes, en el año en el que se celebra el IV Centenario de la publicación del Quijote.
«Influyó mucho en mi generación y se atrevió con el trasvase de géneros, adelantándose a su tiempo», apuntó Juan Antonio Villoro, quien recordó la encomiable labor de traducción que también ha realizado el galardonado con idiomas como el polaco, el italiano, el ruso y el inglés.
El director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha, portavoz del Jurado, resaltó la doble dimensión de novelista y ensayista de este autor, cuya vida ha trascurrido entre la creación literaria, la vida editorial y el servicio diplomático.
Recordó la «dimensión cervantista» de este «hombre de las letras» que ha reflexionado constantemente sobre el arte de escribir, la lectura y el hecho literario y resaltó la calidad enorme de sus traducciones. El jurado también ha valorado su «novela abierta» que integra la narración, la reflexión y el ensayo en una «fusión de géneros». De la Concha Citó alguna de sus obras más conocidas como «El chico del carnaval», «El arte de la fuga» o «El desfile del amor».
Sergio Pitol se alzó ayer con este preciado galardón de las letras hispanas, gracias a las votaciones de; la Real Academia Española (RAE); la Academia Mexicana de las Lenguas; de Rodrigo Fresan, designado por el director General de Cooperación y Comunicación Cultural; y de Ángeles Mastretta, designada por la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional.
Nacido en la ciudad de Puebla el 18 de marzo de 1933, mexicano de ascendencia italiana, el escritor, diplomático y traductor tuvo una infancia muy difícil, ya que su madre murió ahogada en un río, cuando él tenía apenas cuatro años, su padre murió de meningitis, y su hermana se murió de «desesperación».
Tras estas circunstancias, Pitol enfermó de malaria y estuvo en cama desde los seis años hasta los doce, al cuidado de su abuela y sus tías. Un tiempo que dedicó, de forma voraz, a la lectura y al conocimiento de los grandes autores: Dostoievski, Tolstoi, Gogol o Faulkner, entre otros muchos.
La concesión del Cervantes a este autor fue acogida ayer con elogios unánimes en todo el mundo español e hispano.
Tirado daqui
«Influyó mucho en mi generación y se atrevió con el trasvase de géneros, adelantándose a su tiempo», apuntó Juan Antonio Villoro, quien recordó la encomiable labor de traducción que también ha realizado el galardonado con idiomas como el polaco, el italiano, el ruso y el inglés.
El director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha, portavoz del Jurado, resaltó la doble dimensión de novelista y ensayista de este autor, cuya vida ha trascurrido entre la creación literaria, la vida editorial y el servicio diplomático.
Recordó la «dimensión cervantista» de este «hombre de las letras» que ha reflexionado constantemente sobre el arte de escribir, la lectura y el hecho literario y resaltó la calidad enorme de sus traducciones. El jurado también ha valorado su «novela abierta» que integra la narración, la reflexión y el ensayo en una «fusión de géneros». De la Concha Citó alguna de sus obras más conocidas como «El chico del carnaval», «El arte de la fuga» o «El desfile del amor».
Sergio Pitol se alzó ayer con este preciado galardón de las letras hispanas, gracias a las votaciones de; la Real Academia Española (RAE); la Academia Mexicana de las Lenguas; de Rodrigo Fresan, designado por el director General de Cooperación y Comunicación Cultural; y de Ángeles Mastretta, designada por la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional.
Nacido en la ciudad de Puebla el 18 de marzo de 1933, mexicano de ascendencia italiana, el escritor, diplomático y traductor tuvo una infancia muy difícil, ya que su madre murió ahogada en un río, cuando él tenía apenas cuatro años, su padre murió de meningitis, y su hermana se murió de «desesperación».
Tras estas circunstancias, Pitol enfermó de malaria y estuvo en cama desde los seis años hasta los doce, al cuidado de su abuela y sus tías. Un tiempo que dedicó, de forma voraz, a la lectura y al conocimiento de los grandes autores: Dostoievski, Tolstoi, Gogol o Faulkner, entre otros muchos.
La concesión del Cervantes a este autor fue acogida ayer con elogios unánimes en todo el mundo español e hispano.
Tirado daqui
2 Comments:
At 4:43 pm, December 04, 2005, Nano said…
me acordé de un chileno que ganó el premio cervantes hace ya un tiempo.... jorge edwards...
Salu2....
At 9:35 pm, December 04, 2005, Ronnie Valencia said…
Hola!
buen dia, un gusto leer su blog, un amigo de estos lares me a dado, su link, y pues al leerlo me ha parecido bueno, igual qisiera invitarle de la manera mas atenta, a leer el mio, esperando le agrade algo de el.
se despide de usted con un abrazo fraternal
Ronnie
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