Bosque
El bosque
El espesor del bosque
su verde luz oscura,
la voz que llama adónde,
el borde, el límite
donde comienzan los senderos
que a su vez se entrecruzan
y se anulan hasta el súbito claro, repentino
lugar de un dios
que aquí se manifiesta
¿cuál dios?,
podríamos hacer en él nuestra morada,
en esta claridad,
al menos hasta el tiempo de las lluvias
para identificar aún nuestro camino
en la hierba pisada, para qué, jamás
podríamos volver, pues los senderos
se cruzan infinitos en el bosque,
me llama el bosque todavía
y la naturaleza madre me reduce,
me asume en sí, me devuelve a la nada.
José Ángel Valente
El espesor del bosque
su verde luz oscura,
la voz que llama adónde,
el borde, el límite
donde comienzan los senderos
que a su vez se entrecruzan
y se anulan hasta el súbito claro, repentino
lugar de un dios
que aquí se manifiesta
¿cuál dios?,
podríamos hacer en él nuestra morada,
en esta claridad,
al menos hasta el tiempo de las lluvias
para identificar aún nuestro camino
en la hierba pisada, para qué, jamás
podríamos volver, pues los senderos
se cruzan infinitos en el bosque,
me llama el bosque todavía
y la naturaleza madre me reduce,
me asume en sí, me devuelve a la nada.
José Ángel Valente
2 Comments:
At 12:44 am, June 07, 2005, Unknown said…
Lindo poema, amiga!
Beijos!
At 11:53 pm, June 07, 2005, Anonymous said…
Me encantaria perderme en la espesura de ese maravilloso bosque...
Es precioso.
Besos.
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