Esta noite vi-o
Clara Lair
Carta a Ada Elena (fragmento)
" Ada Elena, esta noche vi al hombre que tú amas.
Tú estás allá perdida en la ciudad inmensa.
Entre los rascacielos va tu figura tensa
de silencio y amor; como una esfinge en llamas.
Esta noche lo he visto. Sus altos hombros recios
se inclinaban un poco; sus ojos altaneros
miraban tiernamente los seres pasajeros...
Tiernos sus ojos, hechos de todos los desprecios.
Y yo pensé un instante que acaso estaba triste...
Porqué el hueco en su hombro por tan corto tuviste;
porque fuera tan parca sobre ti su mirada,
un leve regocijo tocó mi alma angustiada.
Cuando de pronto, oh amiga, de sus labios que oíste
tanto y tan poco... ¡brotó alegre una gran carcajada!
Ada Elena, no sueñes, no esperes, no imagines.
Mira el amor, si pasa, cual zumbador sin tiento.
No seques, por claustrada, la flor de tus jardines.
No tases –oro puro- lo que se lanza al viento.
El amor es fugaz y es frágil y es pequeño.
Girasol del instinto, no mide si cambió
en mitad de la ruta de un sueño, hacia otro sueño...
El hombre que tú amas lo acata: tú y yo no.
Ada Elena: en las calles hay cien mil hombres ávidos.
Resplandecen las luces. El vino en oros pálidos,
O en rubíes encendidos, pinta de bello la vida.
“El amor es fugaz y es frágil y es pequeño”.
Ríe, bulle, enloquece... y cuando llegue el sueño,
Duerme con el olvido de la bestia rendida! "
Carta a Ada Elena (fragmento)
" Ada Elena, esta noche vi al hombre que tú amas.
Tú estás allá perdida en la ciudad inmensa.
Entre los rascacielos va tu figura tensa
de silencio y amor; como una esfinge en llamas.
Esta noche lo he visto. Sus altos hombros recios
se inclinaban un poco; sus ojos altaneros
miraban tiernamente los seres pasajeros...
Tiernos sus ojos, hechos de todos los desprecios.
Y yo pensé un instante que acaso estaba triste...
Porqué el hueco en su hombro por tan corto tuviste;
porque fuera tan parca sobre ti su mirada,
un leve regocijo tocó mi alma angustiada.
Cuando de pronto, oh amiga, de sus labios que oíste
tanto y tan poco... ¡brotó alegre una gran carcajada!
Ada Elena, no sueñes, no esperes, no imagines.
Mira el amor, si pasa, cual zumbador sin tiento.
No seques, por claustrada, la flor de tus jardines.
No tases –oro puro- lo que se lanza al viento.
El amor es fugaz y es frágil y es pequeño.
Girasol del instinto, no mide si cambió
en mitad de la ruta de un sueño, hacia otro sueño...
El hombre que tú amas lo acata: tú y yo no.
Ada Elena: en las calles hay cien mil hombres ávidos.
Resplandecen las luces. El vino en oros pálidos,
O en rubíes encendidos, pinta de bello la vida.
“El amor es fugaz y es frágil y es pequeño”.
Ríe, bulle, enloquece... y cuando llegue el sueño,
Duerme con el olvido de la bestia rendida! "
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