Generosidade do oceano
Juan Filloy
Aquende (fragmento)
" EL fiord es una generosidad del Océano. Brazo colmado de belleza, ofrece la pompa del mar a la aridez pétrea del continente. Valle de agua, nivela en esbeltas languideces de bahía la abruptez de la montaña. Valle de luz, fertiliza milenarias sombras. Y entre murallas rocosas, hinchando sus bíceps, penetra por angosturas y desfiladeros en continuo juego de refulgencias como la espada ondulada de un arcángel.
El fiord se ramifica en dos caletas profundas. El peñón del centro, tallado a pique, avanza igual que una proa fantástica. Y recta, vertical, hunde sus quinientos metros de altura en quinientos metros de reflejo. Abajo, en revuelo de escamas, el agua transcribe varios cirrus en forma de pez. Arriba, la cimera drapeada de nieve, afirma la veracidad de la imagen.
Quien mira el paisaje entre las piernas, como un niño, evidencia la realidad del cielo liquido. Uno se asoma al agua. Y en las paredes macizas del reflejo se ven las cicatrices de los terremotos, el tatuaje de las erupciones y, cayendo en guedejas virginales, las guedejas de agua de los deshielos. "
Aquende (fragmento)
" EL fiord es una generosidad del Océano. Brazo colmado de belleza, ofrece la pompa del mar a la aridez pétrea del continente. Valle de agua, nivela en esbeltas languideces de bahía la abruptez de la montaña. Valle de luz, fertiliza milenarias sombras. Y entre murallas rocosas, hinchando sus bíceps, penetra por angosturas y desfiladeros en continuo juego de refulgencias como la espada ondulada de un arcángel.
El fiord se ramifica en dos caletas profundas. El peñón del centro, tallado a pique, avanza igual que una proa fantástica. Y recta, vertical, hunde sus quinientos metros de altura en quinientos metros de reflejo. Abajo, en revuelo de escamas, el agua transcribe varios cirrus en forma de pez. Arriba, la cimera drapeada de nieve, afirma la veracidad de la imagen.
Quien mira el paisaje entre las piernas, como un niño, evidencia la realidad del cielo liquido. Uno se asoma al agua. Y en las paredes macizas del reflejo se ven las cicatrices de los terremotos, el tatuaje de las erupciones y, cayendo en guedejas virginales, las guedejas de agua de los deshielos. "
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