Colibri na intimidade
Sergio Badilla Castillo-Farol bajo la lluvia
El farol se balanceó en las piedras fúlgidas del muro,
con el viento que viene del este con la lluvia
y mis gestos prematuros reflejaron sin pudor nuestra memoria
de la misma forma como entraron las sombras en la casa.
Las viejas dejaron entonces que la rueca siguiera
el curso de la lana sin decir una palabra
y fueron con sus cestas vacías, sus morrales vegetales,
a recoger las bayas más diversas de los bosques,
a la silvestre terrenalidad del paraíso prohibido.
No, ya no quisimos espantar la angustia sin dejar lágrimas
y que el fuego nos acerque individualmente hacia la noche
para decir verdades
para reconocer que nos equivocamos en la saga
y así volvemos a creer extrañamente
en los que volvieron al mar para contarles historias a los
dioses.
La eternidad se quemará en la hoguera al llegar el día
y será verano, por mucho tiempo, en las semillas,
lo atestiguará la textura viril de mi cuerpo,
cuando se pose como colibrí en la intimidad de tu geranio
El farol se balanceó en las piedras fúlgidas del muro,
con el viento que viene del este con la lluvia
y mis gestos prematuros reflejaron sin pudor nuestra memoria
de la misma forma como entraron las sombras en la casa.
Las viejas dejaron entonces que la rueca siguiera
el curso de la lana sin decir una palabra
y fueron con sus cestas vacías, sus morrales vegetales,
a recoger las bayas más diversas de los bosques,
a la silvestre terrenalidad del paraíso prohibido.
No, ya no quisimos espantar la angustia sin dejar lágrimas
y que el fuego nos acerque individualmente hacia la noche
para decir verdades
para reconocer que nos equivocamos en la saga
y así volvemos a creer extrañamente
en los que volvieron al mar para contarles historias a los
dioses.
La eternidad se quemará en la hoguera al llegar el día
y será verano, por mucho tiempo, en las semillas,
lo atestiguará la textura viril de mi cuerpo,
cuando se pose como colibrí en la intimidad de tu geranio
2 Comments:
At 11:57 pm, September 28, 2005, Anonymous said…
Es un maravilloso poema. Me fascina la poesía del chileno Sergio Badilla Castillo
ofm@netgate.com.uy
At 3:50 am, February 17, 2006, Anonymous said…
Un poema de moita calidade
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